
Aunque todavía no trabajes, es probable que hayas oído hablar del IRPF, sobre todo si tus padres alguna vez han mencionado la Declaración de la Renta. En este artículo vamos a explicarte de forma clara y sencilla qué es el IRPF, cómo funcionan los tramos y por qué no todas las personas pagan lo mismo.
¿Qué es el IRPF?
El IRPF o Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es un impuesto que deben pagar las personas que viven en España por los ingresos que obtienen a lo largo del año. Es decir, si trabajas, recibes una pensión, alquilas un piso o vendes una propiedad, es probable que tengas que pagar IRPF por ese dinero que has ganado.
Este impuesto sirve para que el Estado recaude dinero y pueda financiar servicios públicos como la sanidad, la educación o las infraestructuras.
Lo más importante que debes saber es que el IRPF es un impuesto progresivo, lo que significa que cuanto más ganas, más pagas. Pero esto no quiere decir que si ganas mucho te quiten la mitad del sueldo. Para entenderlo bien, hay que hablar de los tramos del IRPF.
¿Qué son los tramos del IRPF?
Los tramos del IRPF son una forma de dividir tus ingresos en partes, y a cada parte se le aplica un porcentaje distinto de impuesto. Estos porcentajes se llaman tipos impositivos. La idea es que los primeros euros que ganas pagan un porcentaje más bajo, y solo si sigues ganando más, esos euros “extra” pagan un porcentaje mayor.
En resumen, no todo tu sueldo paga el mismo porcentaje de impuestos. Por eso, el IRPF se calcula por partes, como si tus ingresos subieran una escalera, y cada peldaño tiene un tipo de impuesto diferente.
Tramos del IRPF en 2025
Estos son los tramos oficiales del IRPF para el año 2025:
- De 0 a 12.450 euros: 19% (9,5% estatal + 9,5% autonómico)
- De 12.450 a 20.200 euros: 24% (12% estatal + 12% autonómico)
- De 20.200 a 35.200 euros: 30% (15% estatal + 15% autonómico)
- De 35.200 a 60.000 euros: 37% (18,5% estatal + 18,5% autonómico)
- De 60.000 a 300.000 euros: 45% (22,5% estatal + 22,5% autonómico)
- Más de 300.000 euros: 47% (24,5% estatal + 22,5% autonómico)
Estos tramos pueden cambiar cada año, y también pueden variar un poco según la Comunidad Autónoma donde vivas, ya que parte del IRPF lo gestionan las autonomías.
¿Cómo funciona esto en la práctica?
Imagina que tienes un sueldo anual de 40.000 euros. No vas a pagar un 37% sobre esos 40.000 euros. Lo que haces es dividir ese dinero en los tramos que te corresponden y calcular cuánto pagas en cada uno.
Ejemplo práctico:
- De 0 a 12.450 € → paga el 19%:
12.450 × 0,19 = 2.365,50 € - De 12.450 a 20.200 € → paga el 24%:
(20.200 – 12.450) = 7.750 × 0,24 = 1.860 € - De 20.200 a 35.200 € → paga el 30%:
(35.200 – 20.200) = 15.000 × 0,30 = 4.500 € - De 35.200 a 40.000 € → paga el 37%:
(40.000 – 35.200) = 4.800 × 0,37 = 1.776 €
Ahora sumamos todo lo que pagas en cada tramo:
2.365,50 + 1.860 + 4.500 + 1.776 = 10.501,50 €
Eso es lo que se pagaría aproximadamente de IRPF en todo el año. Esta cantidad se suele ir restando mes a mes del sueldo, así que no te llega todo el bruto a tu cuenta.
Otro ejemplo rápido:
Supongamos que ganas 25.000 euros al año.
- Los primeros 12.450 € pagan el 19% → 2.365,50 €
- De 12.450 a 20.200 € pagan el 24% → 1.860 €
- De 20.200 a 25.000 € (4.800 €) pagan el 30% → 1.440 €
Total de IRPF anual: 5.665,50 €
Esto demuestra que a medida que se gana más, se va aportando más al sistema público, pero siempre de forma escalonada y proporcional.

¿Quién tiene que presentar la Declaración de la Renta?
La mayoría de las personas que trabajan deben hacer la Declaración de la Renta una vez al año (normalmente entre abril y junio). Sin embargo, no todo el mundo está obligado a hacerlo.
Desde 2024, las normas dicen que solo deben presentar la declaración quienes ganen más de 22.000 euros al año y tengan un solo pagador (por ejemplo, solo una empresa que les paga el sueldo). Si has tenido más de un pagador, el límite baja a 15.000 € anuales.
También hay grupos de personas exentas, como por ejemplo:
- Pensionistas por incapacidad permanente o absoluta.
- Personas que reciben pensiones de orfandad o viudedad por terrorismo.
- Personas con una discapacidad del 65% o más.
- Quienes cobren pensiones por inutilidad o sean parte de clases pasivas.
En general, si no has llegado al límite de ingresos, no estás obligado a declarar, aunque a veces puede ser útil hacerlo, por ejemplo, para que te devuelvan dinero si te han retenido de más.
¿Qué más influye en lo que se paga?
Además de los tramos, hay otros factores que pueden cambiar lo que se paga realmente:
- El estado civil: Si estás casado o tienes hijos, puedes tener deducciones.
- Si tienes personas a tu cargo, como padres mayores o hijos menores.
- Si has invertido en vivienda habitual, planes de pensiones o donaciones.
- Si vives en una comunidad autónoma con deducciones propias.
Todo esto se comunica a Hacienda mediante el Modelo 145, un documento que se entrega a la empresa para que calcule correctamente las retenciones en tu nómina.
En algunos casos, incluso puedes pedir que te retengan más IRPF al mes para evitar sustos cuando llegue la Declaración de la Renta.
Conclusión
El IRPF es un impuesto que afecta a casi todo el mundo que gana dinero en España, y se aplica de forma progresiva para que las personas con mayores ingresos contribuyan más al sistema público. Entender cómo funcionan los tramos del IRPF nos ayuda a saber por qué no todos pagamos lo mismo y cómo se calcula lo que corresponde.
Aunque de momento no tengas que hacer la Declaración de la Renta, conocer cómo funciona el IRPF te da una base importante para cuando empieces a trabajar o tengas tus primeros ingresos. Al fin y al cabo, ¡todos acabamos pagando impuestos en algún momento!