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¿Estudiar te hace millonario?

mayo 8, 2025

Durante años, padres, profesores y adultos en general nos han repetido una y otra vez: “Estudia para que tengas un buen futuro”. La idea que se nos ha inculcado es que estudiar mucho, sacar buenas notas y conseguir un título universitario es la llave para tener éxito en la vida… ¿y por qué no? también para volverse rico. Pero ¿es realmente así? ¿Estudiar te hace millonario?

Vamos a ver esta pregunta desde una perspectiva realista y adaptada a lo que vivimos los jóvenes. No se trata de desanimarte a estudiar, ni mucho menos. Pero sí es importante entender qué papel tiene el estudio en el éxito financiero y qué otras cosas también influyen.


¿Qué significa ser millonario?

Antes de responder si estudiar te hace millonario, conviene aclarar qué significa ser millonario. Ser millonario no siempre implica tener millones en efectivo en una cuenta del banco. A veces se trata de tener propiedades, negocios o inversiones cuyo valor supera el millón de euros o dólares. También es importante saber que no todos los millonarios llevan una vida lujosa llena de coches caros y mansiones. Algunos viven de forma sencilla, pero tienen libertad financiera, es decir, no necesitan trabajar para vivir porque el dinero trabaja por ellos.


Estudiar abre puertas, pero no garantiza riqueza

Estudiar es sin duda algo positivo. Te da conocimientos, habilidades, cultura general, y sobre todo, te abre muchas puertas. Por ejemplo, para acceder a profesiones bien pagadas como medicina, ingeniería, derecho, arquitectura o programación, necesitas estudiar bastante.

Pero aunque estudiar pueda ayudarte a tener un buen empleo, eso no garantiza que te volverás millonario. De hecho, hay muchas personas con estudios universitarios que viven con deudas, sin ahorros y con sueldos ajustados. Al mismo tiempo, también hay personas que no fueron a la universidad y lograron hacerse ricas a través de negocios, inversiones o habilidades específicas.

Ejemplo 1: El médico que gana bien, pero no ahorra

Imaginemos a Laura, una médica que estudió durante más de 10 años para lograr su especialidad. Tiene un buen sueldo de 4.000 € al mes, pero vive en una gran ciudad, paga un alquiler elevado, tiene un coche caro con letras mensuales, y además sale a cenar y viajar muy seguido. Aunque gana bien, apenas le queda dinero a final de mes y no tiene ninguna inversión.

Laura estudió mucho y tiene un buen trabajo, pero eso no la hace millonaria. ¿Por qué? Porque no ha aprendido a gestionar su dinero, ahorrar ni invertir. En cambio, su estilo de vida caro se “come” todo su ingreso.


Lo que sí hacen los millonarios

Si miramos casos reales de personas que han logrado riqueza, ya sea con o sin estudios, hay ciertos hábitos que se repiten. Algunos de estos hábitos son:

  • Ahorrar una parte de lo que ganan cada mes.
  • Invertir ese ahorro en negocios, bienes raíces, acciones, fondos de inversión, etc.
  • Buscar nuevas fuentes de ingreso: no dependen solo de un sueldo.
  • Seguir aprendiendo constantemente, aunque no sea en una escuela.
  • Tener mentalidad emprendedora, es decir, buscar oportunidades y soluciones.

Muchos millonarios no lo son por haber estudiado más, sino por tener disciplina financiera y tomar decisiones inteligentes con su dinero.


Entonces, ¿para qué estudiar?

Aquí viene lo importante. Estudiar no es una pérdida de tiempo. Al contrario, es una herramienta fundamental para desarrollarte como persona, conocer el mundo, tener opciones laborales y entender cómo funciona la vida. Pero no es una garantía de riqueza.

Si combinas el estudio con otros hábitos financieros saludables, las probabilidades de tener éxito (incluido el económico) aumentan mucho.

Por ejemplo, imagina que estudias administración de empresas. Si solo buscas un trabajo con sueldo fijo, tu ingreso será limitado. Pero si además te interesa el mundo de los negocios, y usas tus conocimientos para montar tu propia empresa o invertir en un pequeño proyecto, puedes multiplicar tus ingresos.


Ejemplo 2: El joven sin carrera que crea una empresa

Ahora hablemos de David, un joven que terminó bachillerato pero no fue a la universidad. Le gustaban los videojuegos y aprendió por su cuenta a crear contenido en redes sociales. Empezó un canal de YouTube enseñando trucos de juegos, luego vendió camisetas con frases graciosas, y poco a poco, creó una marca. Aprendió sobre marketing digital, manejo de redes, ventas online… todo por su cuenta. Hoy tiene una empresa que factura más de 200.000 € al año.

David no estudió en una universidad, pero sí se formó de forma autodidacta y puso en práctica lo aprendido. No es un camino fácil ni rápido, pero muestra que hay más de una manera de alcanzar el éxito.


La clave: educación financiera

Un gran problema del sistema educativo actual es que nos enseña muchas materias importantes, pero casi nada sobre educación financiera. Muy pocas veces se habla en clase sobre cómo ahorrar, cómo funcionan los impuestos, cómo invertir o cómo gestionar el dinero.

Y, sin embargo, estas cosas afectan directamente nuestra vida. Una persona con estudios pero sin educación financiera puede tener un buen sueldo y aún así vivir agobiada por deudas. En cambio, alguien con conocimientos financieros, aunque tenga un sueldo más bajo, puede organizarse, ahorrar e invertir para mejorar su situación con el tiempo.

Por eso, más allá de si decides estudiar en la universidad o no, te conviene aprender sobre dinero, inversión y economía personal. Hay muchos libros, canales de YouTube, podcasts y cursos gratuitos para comenzar.


Entonces, ¿qué es lo que realmente importa?

Lo que más influye en tu futuro económico no es solamente estudiar, sino una combinación de factores:

  • Tus hábitos financieros (ahorro, inversión, control del gasto).
  • Tu mentalidad (constancia, aprendizaje continuo, iniciativa).
  • Tus habilidades prácticas (digitales, comunicativas, técnicas, etc.).
  • Tu capacidad para adaptarte a los cambios y aprovechar oportunidades.

Estudiar te puede ayudar a desarrollar varias de estas cosas, pero tú eres quien decide cómo usar ese conocimiento.


Conclusión

Volverse millonario no depende solo de cuántos títulos tienes, sino de cómo usas lo que sabes. Estudiar es importante y útil, pero no es mágico. No te garantiza riqueza, ni éxito, ni felicidad. Lo que realmente marca la diferencia es tu actitud, tus decisiones diarias y tu voluntad de aprender cosas útiles, incluso fuera del aula.

Así que sí, estudia, pero no olvides aprender sobre dinero, desarrollar tus talentos y pensar en el futuro que quieres construir.